lunes, 18 de junio de 2012

Presas de la Locura

Ambos ejércitos estaban listos para comenzar la batalla. Shartolla comandaba las huestes de terribles no muertos acompañada de varios de sus lugartenientes buscando venganza contra la indisciplinadas hordas Skavens de Carbunco Garras Cortas. Los latigazos recibidos por parte de varios ingenieros hicieron avanzar rápidamente a sus despreciables esclavos acompañados por los flancos de dos terribles abominaciones. El resto de tropas aguantaron en la retaguardia para ver la reacción de su enemigo. Los no muertos avanzaron en bloque manteniendo una única línea, solo unas huestes espectrales y un grupo de resucitados lobos recibieron ordenes de proteger los flancos. Los flancos cayerón ante la terrible masa de carne que ofrecían las abominaciones, ante este resultado se fueron al frente un grupo de ratas ogro y monjes de la plaga para apoyar los flancos y tender una terrible trampa a Shartolla. Una de las unidades de guerreros del clan Mordkin, comenzó a deshacerse por el rápido pesar de los años que provocaron los terribles vientos de magia que les envió Melkior. Shartolla siguió avanzando quedando al alcance de las terribles intenciones del vidente gris que acompañaba a Carbunco que se puso al servicio de la Gran Cornuda para transformar en ratas la unidad de tumularios donde se encontraban Shartolla y su lugarteniente Kradran. En ese momento, se deció el destino de los muertos ya que Melkior tardó demasiado tiempo en contener la caída de sus guerreros cuyas filas quedararon muy mermadas. Melkior no se dió por vencido en ese momento y decidió aguantar el ensordecedor avance de los hombres rata que veían como poco a poco eran bendecidos por el número 13. Una de las abominaciones decidió acabar con la última gran arma que quedaba en poder de los resucitados guerreros. De un golpe maestro,acabó con el sagrario mortis que con una fuerte explosión dejó mermadas a ambas fuerzas. Melkior viendo que solo le esperaba una terrible muerte decidió sabiamente irse del campo de batalla escoltado por los pocos guerreros esqueléticos que quedaban en pie y recomponer las fuerzas para conseguir conquistar Morghein, ya que hace tiempo había notado que los vientos de magia le iban a favorecer sus intenciones.

sábado, 16 de junio de 2012

Sangre y barro

Cuando las brumas comenzaron a disiparse quedó claro que los ogros, orcos y guerreros de Tzeentch se enfrentarían sin descanso bajo el axfisiante calor y la pegajosa humedad de las ciénagas.

Los ogros y orcos se encararon mientras que los guerreros del caos trataban de flanquear a sus dos contendientes, y se alejaban de los pieles verdes todo lo que podían.

Los orcos comenzaron a avanzar dificultosamente por los pantanos, mientras que los jinetes de jabalí se lanzaban contra los mastines del caos que Jorum había enviado como avanzadilla. Aunque ralentizados por las aguas fétidas no pudieron llegar hasta ellos. . Los proyectiles de las catapultas y los goblins voladoresn silbaron hacia las líneas enemigas y acabaron con uno de los jinetes de dientes martirio de Draggak. Mientras, las energías de Gorko y Morko alteraron los vientos de la magía para ponerlos al servicio de Zululu y los chamanes goblin.

Las huestes del caos avanzaron hacia el flanco de los ogros  mientras que enviaban a los mastines hacia el garrapato espachurrador del flanco de los orcos y enviaban otra unidad de mastines apoyarlos. Los cañones del caos expulsaron su fuego impío sin causar estragos en las líneas enemigas. Jorum invocó los poderes del caos y confundió las mentes de sus enemigos infundiéndoles un desconcierto arcano a sus enemigos. 

Los ogros trataron de llegar hasta las líneas de los orcos, pero a causa de los barrizales tan solo un diente martirio llegó hasta las líneas enemigas. Los yehtis trataron de atrapar a los mastines del caos mientras atravesaban a grandes zancadas los pantanos pero no pudieron conseguirlo. Los Trotamundos dispararon una descarga de sus pistolas cargadas con proyectiles de puntas rellenas con venenos exóticos e hirieron a la  gran araña de los goblins. El Escupehierros descargó su carga de plomo contra ella de nuevo y la despedazó con sus balas de cañón gigantescas. El jinete de diente martirio causó estragos en la unidad de orcos, que no pudieron acabar con él y decidieron escapar.

Los jinetes de jabalí volvieron a lanzarse a por los perros, despezándolos con sus grandes armas de silex y obisidana. Los garrapatos espachurradores se dirigieron hacia el frente. Mientras que el resto del ejército tomaba nuevas posiciones. Los orcos grandotes recompusieron filas para esperar de nuevo la carga del jinete diente martirio. Los vientos de la magia no fueron demasiado favorables, pero consiguieron acabar con las energías caóticas que confundían a las tropas. Los disparos trataron de derribar a los mastodontes gélidos de los ogros. 

El cañón de los enanos del caos se lanzó enloquecido contra los jinetes de jabalí. haciéndoles huir hacia el resto del ejército orco. Los goblins prefirieron alejarse del peligro y también huyeron. Los mastines se lanzaron contra el garrapato espachurrador y casi fueron masacrados por el frenesí y las cadenas de la bestia orca. 

Los yehtis alcanzaron por fin a los mastines y los despedazaron para luego alejarse del frente de batalla del caos. El diente martirio de nuevo hizo huir a los orcos que decidieron correr fuera de los pantanos de vuelta al imperio de Crazcar. Los disparos de los orcos trataron ahora de acabar con el garrapato espachurrador que se aproximaba al grueso de la línea de batalla de los ogros. Por su parte, el escupehierros acabó con uno de los engendros demoníacos de los enanos del caos. 

Los orcos recompusieron sus filas y se encararon contra la línea de batalla ogra que amenzaba todo su frente. Tampoco volvieron a favorecerles los vientos mñagicos y los disparos no pudieron tumbar ninguna bestia más. 

De nuevo los guerreros de Tzeentch avanzaron y el cañón del caos rugió contra sus enemigos, pero no decantó la balanza a su favor. Al igual que los vientos de la magia se volvieron contra Jorum que casi es arrastrado hacia los reinos de su dios por un torbellino de energía mágica.  Los bárbaros se encararon contra los yehtis que amenazaban la retaguardia del caos. 

Los ogros trataron de cargar a los orcos negros pero perdieron su ímpetu al correr por los embarrados terrenos de las marismas. El escupehierros alcanzó al otro cañón del caos pero apenas aboyó sus maquinarias arcanas. Los ogros que guardaban el flanco se lanzaron a la desesperada contra los guerreros del caos que se aproximaban hacia ellos. Los ogros de Draggak fueron masacrados a pesar del apoyo del frío entumecedor de un Colmillos Trueno, que acabó rodeado por los guerreros del caos que perseguían a la unidad ogra. Crazcar fue alcanzado por una descarga de los comehombres pero apenas recibió un rasguño. 

Los orcos negros se lanzaron contra los Babosos de Ugluk y los diezmaron para luego pasar a cuchillo a los supervivientes que trataban de huir de ellos. Los jinetes de jabalí trataron de atrapar al diente martirio que se alejaba por el flanco, pero no pudieron llegar hasta él. Sin embargo los proyectiles de sus máquinas de guerra acabaron con el jinete solitario. Los orcos salvajes de Crazcar avanzaron hasta un pantano movedizo y tomaron posiciones entre sus aguas.

El caos trató de acabar con la bestia gélida pero está aguantó, causando grandes bajas entre los guerreos de Tzeentch. Los bárbaros mataron a los yehtis, dejando la retaguardia a salvo. El resto del ejército del caos continuó avanzando. 

Los Tripasférreas de Draggak cargaron contra los orcos salvajes apoyados por los dientes martirio, pero al adentrarse en el traicionero pántano, el Maestro Carnicero fue arrastrado al fondo sin que ninguno de sus ogros pudiera ayudarle. Los orcos salvajes acabaron machacando a los Tripasférrea aunque sufrieron abundantes bajas. A pesar de ello los Tripasférreas, se mantuvieron firmes para vengar a su señor. Finalmente el cañón del caos fue destrozado por la descarga del Escupehierros.

Las huestes del Caos siguieron avanzando y Jorum desató los fuegos de Tzeentch contra los Orcos Negros supervivientes. Y el mastodonte helado de los ogros acabó muerto por los frenéticos golpes de los guerreros de Tzeentch. 

Los Tripasférreas supervivientes fueron masacrados por Crazcar, mientras que los goblins nocturnos y la vagoneta de ataque desmembraban al último de los dientes martirio. El colmillotrueno cargó contra los goblins nocturnos pero no pudo avanzar por las fangosas aguas. 

Los orcos de Crazcar se lanzaron contra el monstruoso mastodonte. Sin embargo el frío que desprendía la criatura hizo que ésta descargara su irá cobre Zululu que cayó aplastado por sus golpes. Crazcar cercenó la cabeza del monstruos y de sus jinetes con su hacha del Waaghh. Los orcos negros se dispusieron a recibir la carga de los guerreros del Caos. La catapulta arrojó una última piedra e hirió al acólito de Jorum. 

Los guerreros de Dragnak, el general del caos, avanzaron contra los orcos negros. Ambos portaestandartes se enfrentaron en combate singular. Pero el orco negro machacó al guerrero del caos y partió en dos su estandarte ímpío. El comendante de Tzeentch y sus guerreros dieron cuenta del resto de los orcos negros y atraparon al portaestandarte cuando trataba de reagruparse hacia Crazcar. Cuando los vientos de la magia se arremolinaron alrededor de Jorum para tratar de lanzar un hechizo, se oyeron la aguda risa de sus dioses cuando un implosión mágica sacudió el campo de batalla y se llevó por delante al acólito del gran hechicero del Caos.

Los comehombres se lanzaron contra Dragnak y sus guerreros y sufrieron la ira del comandante. Börak, el panzafuegos murió y el resto de los ogros fueron despedazados. Dragnak prosiguió su marcha hacia los goblins nocturnos y los templetes del caos se unieron a él para apoyarle. A pesar del aguante de los piles verdes y de sus redes, los goblins acabaron huyendo de las huestes del caos. Mientras El escupehierros decidió tratar de cargar contra la diezmada unida del caos que avanzaba hacia él. Pero el agotado rhinobuey prefirió frenar su carrera y salir corriendo hacia la única defensa aparente en los alrededores. 

Mientras los ejércitos recomponían sus líneas, vieron como el rhinobuey se dirigía al antiguo templo de los Striggoi. No se habían dado cuenta de que las brumas se habían levantado y que ahora les mostraban su objetivo: Morgheim. 

Dragnak ordenó a sus huestes retroceder y poner rumbo hacia las ruinas. Crazcar miró a sus escasas fuerzas, mandó recoger al malherido Zululu y lanzó un grito de guerra. No estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. 

Cuando las fuerzas de ambos ejércitos se alejaban hacia los aledaños de la maldita ciudad, una mano emergió de entre las aguas cenagosas. Draggak había vuelto de las profundidades y había regresado cambiado... Nada podría hacerlo retroceder después de lo que había contemplado...






En las marismas de la locura

Las brumas de los cenagales comenzaban a levantarse y las huestes avanzaban dificultosamente por los embarrados terrenos de las Marismas de la Locura.

Casi a ciegas por la neblina, los contendientes no podían distinguir ni hacia donde se dirigían ni que enemigo se les aproximaba.

Tan solo podían oír el repiqueteos del metal, los gruñidos de las bestias de guerra, los gritos de los guerreros que eran arrastrados por los espíritus vengativos que moraban en los cenagales...

Estaba sentenciado, sin saber contra qué, cada ejército sabía que se enfrentaría precipitadamente a su enemigo, y que finalmente las ciénagas se teñirían de la sangre de los guerreros en una batalla sin cuartel y en el que la locura de los pantanos enfrentaría a aliados contra aliados y a cada guerrero contra sus propios camaradas.

lunes, 4 de junio de 2012

Sombras al amanecer

Sombras al amanecer

 

Ambos ejércitos, estaban preparados para la batalla al amanecer según habían acordado. Las fuerzas de Crazcar se iban a medir contra la alianza de Zorg y Virálicus.
Unas sombras empezaron a cubrir el campo de batalla y a verse en la lejanía las torres de la fortaleza de Fozzrik. Rápidamente los contendientes empezaron a sentir la fuerza de los vientos mágicos azotando el campo. Aparecieron de la nada 4 fulcros de magia que se apresuraron a ocupar. 
Nadie estaba preparado para luchar en medio de esos terribles vientos, pero los magos hicieron su trabajo y vincularon a terribles criaturas, un terrible gigante quebrantahuesos, por parte de los Orcos, se hizo hueco en el frente de ejercito. Por parte de la alianza convocaron una hidra de guerra y unos mastines del Caos.
Uno de los chamanes goblins se armo con el Filo del Último Recurso, mientras el general del caos empuño la Estrella del Alba. La alianza envalentonada decidió lanzarse al combate a la carga para acabar con la amenaza orca. Rápidamente  los contendientes se encarnaron en un rifirrafe de golpes y hechizos que dejo a ambos con las fuerzas muy debilitadas.
Un terrible duelo mental hizo dejar libre uno de sus fulcros al hechicero salvaje de los orcos, balenceando la batalla al lado de la alianza. El filo del Último recurso fue pasando de mano en mano, acabando con la vida de todos aquellos locos que se atrevieron a empuñar esa espada mortífera.
Cuando todo parecía decido a favor de la Alianza, un terrible giro de los vientos de magia, hizo que todos los magos se transformaran en ranas. Los Skavens rezaron una plegaria a la Gran Rata que afino la puntería de los cañones Skavens que dejaron malherido a Crazcar.
Para cuando Virálicus quiso recobrar su forma, el portaestandarte del batalla orco le asesto un golpe dejándolo inconsciente y posteriormente capturado por su enemigo.
 Todo estaba perdido para la Alianza, pero en el último momento antes de morir, Zorg invocó la presencia de un nuevo mago del Caos que rápidamente ocupó el fulcro que dejo libre Viralicus. Todo se equilibraba de nuevo, y en un golpe de suerte la hidra de guerra acabo con la vida del último orco, un mago en posesión del último fulcro en posesión de los pieles verdes.
Fue una batalla cruel, más cruel de lo habitual, ambas fuerzas sufrieron el poder de los vientos mágicos. En la retirada todos lloraron por la perdida del gran Zorg que sacrificó su vida para ofrecer la victoria a los dioses del Caos. Virálicus encerrado en las mazmorras de la capital Orca ha jurado venganza a Crazcar que en su rápida huida del campo de batalla perdió su preciado Yelmo de la Discordia.

sábado, 2 de junio de 2012

Nieblas en el Norte

Las neblinas norteñas flotaban con un aire misterioso sobre el frío páramo de Golthmog. En medio de la planicie se alzaba la antigua Torre de Ullug. Desde ella podría establecerse una cabeza de puente con la que asolar el territorio no muerto. Draggak lo sabía y estaba dispuesto a tomarla costase lo que costase.

Al otro lado de campo de batalla los muertos se habían alzado de entre los soldados que antaño habían derramado su sangre en aquel frío paraje. A las órdenes de un mortecino nigromante los necrófagos y horrires de la cripta habían decidido salir de sus putrefactas guaridas. Y un grupo de caballeros vampiro se habían preparado para el combate. Sin embargo lo que más preocupaba al maestro carnicero era el carruaje espectral del que emanaban extrañas energías.

Al menos la avanzadilla que había enviado ya tenía controlada la torre. El nuevo cazador de la tribu y la jauría de sables estaban prestos al defenderla.

Draggak dió la orden de avanzar. Los yehtis que habían descendido desde las cimas nevadas se lanzaron conteo los lobos espectrales que amenazaban el flanco derecho y los descuartizaron sin problemas y lo mismo hicieron los dientes martirio en el otro flanco.

El resto del ejército avanzó y tomo posiciones.

Entonces los no muertos comenzaron su marcha. Los caballeros se lanzaron contra los babosos de Uggluk y diezmaron a la unidad. Pero entonces hicieron despertar el alma del dragón del frío de su estandarte que congeló a dos de los jinetes y facilitó que los ogros mataran a otro tres. Tan solo el portaestandarte no muerto quedó en pie. Los ogros después de aquello se envalentonaron y decidieron mantenerse firmes contra su horrendo oponente.

Los dientes martirio se vieron envueltos por los almas que aullaban entre las fosas de aquel ancestral campo de batalla y tan solo pudieron esquivar su frío gélido.

Pronto las huestes de los no muertos se acercaron a la torre y los horrores de la cripta treparon sus muros e hicieron huir al cazador y a su jauría de felinos. Los zombis y el carruaje lleno de espectros se abalanzaron contra los Tripas Férreas que aguantaron el asalto de las criaturas no muertas. Otra jauría fantasmal se lanzó contra los Trotamundos de Böragg y estos prefirieron alejarse de los espectros.

El cañón de los Titanes lanzó una andanada tras otra y, a pesar de las advertencias de el carroñero gnoblar, el sueltafuegos se dejó llevar por el frenesí que le causaban los estallidos u el olor a pólvora. Finalmente el cañón se volatilizó en una bola de fuego y humo y los pedazos del enorme rinobuey quedaron esparcidos por el Páramo.

A pesar de los intentos de retomar la torre, era como si el cazador y los dientes de sable se estrellaran contra las rocas de un acantilado. En el centro del campo de batalla, la escolta del Maestro Carnicero consiguió acabar con los tambaleantes muertos vivientes y con el fantasmal carruaje. De éste salieron aullando los espíritus de los muertos que estaban encerrados en su interior y se llevaron consigo las almas de algunos vivís y los espíritus que animaban algunos guerreros no muertos.

Draggak decidió cargar contra la siguiente línea de batalla del
Nigromante y cargó contra una hueste de necrófagos que se parapetaba detrás de una barricada en llamas. Pronto se vieron reforzados por los supervivientes de lis Babosos que habían dejado malherido al Vampiro que portaba el estandarte del ejército.

Las bajas en ambos bandos fueron numerosas pero los ogros se mantuvieron firmes incluso cuando los necrófagos fueron reforzados por la guardia personal del nigromante, una temible unidad de tumularios, y por una horda de zombis que se levantaba a sus espaldas.

Pronto los necrófagos fueron barridos del combate y los giros se reorganizaron para cargar contra los zombis y abrir una vía de escape hacia la retaguardia.

Mientras los yehtis supervivientes fueron acabando con sus gélidas armas con todas lis fantasmas que sobrevolaban el campo de batalla.

En flanco derecho los jinetes de dientes martirio acabaron con los últimos necrófagos del ejército y el cazador decidió integrar cazar al nigromante, el cual prefirió huir a enfrentarse con el enorme enemigo.

Los Trotamundos tomado el relevo en el asalto a la torre y gracias a las bocanadas de fuego de Böragg lograron diezmar a los horrores.

Ni siquiera eso fue suficiente para desalojarles de la torre y cuando los esqueletos se lanzaron contra los Trotamundos y los tumularios se acercaron peligrosamente hacia el maestro carnicero, Draggak ordenó a las tropas supervivientes retirarse hacia las tierras de los Hambrientos.

Draggak y las tropas de los Hambrientos habían descubierto que estos no muertos no eran tan manejables como las hordas de sus ahora desaparecidos aliados. Seguro que su Déspota no vería con buenos ojos la derrota y Draggak sufriría la ira de su líder. Tan solo el placer de haber dejado malherido a unos de los lugartenientes de Charlotta le haría pasar mejor ese mal trago.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Enfrentamientos Sexto Turno

Los Ogros decidieron poner todos sus esfuerzos en reforzar su ejército frente al nuevo imperio no muerto. Y para un buen ogro la mejor defensa es atacar primero. Así que las huestes de Draggak, el maestro carnicero de la tribu de los hambrientos, invadieron el imperio de Sharlotta Von Carstein. 


Los No muertos de Sharlotta, aún asentándose en su territorio, se habían lanzado con calma contra los dominios de los skavens para comenzar su venganza. Mientras que las hordas de Bragan Garpeck eran enviadas para interceptar a los Ogros invasores.

Los skavens imbuidos de un tremendo frenesí prefirieron extender su imperio lo máximo posible y aprovechar al máximo su dominio del subsuelo. Las hordas de ratas cruzaron todo el territorio para apoderarse de los territorios más allá del territorio de los Hambrientos.


Sin embargo la expedición que pretendía dirigirse hacia el reino ogro sin usar los túneles se encontró interceptado por los orcos enviados por Grazo. El kaudillo había forzado a marchar sin descanso a sus ejércitos, pues no estaba dispuesto a dejar que los recién llegados afianzaran sus posiciones. Y más, cuando casi había acabado con el imperio de los no muertos hasta que aparecieron los hombres rata.


Por su parte el resto de expediciones orcas se encaminaron a reforzar las fronteras con el imperio de los adoradores del Caos. Estos a su vez avanzaron también hacia los confines de los territorios ogros. Los ogros parecían ahora estar rodeados por todos lados. Pero Broggol invocó a las Grandes Fauces e imbuido de su poder maldijo a todos sus rivales... quizás las energías oscuras y violentas de las grandes fauces harían que alguno de sus rivales pereciera antes de tiempo.


Pronto los skavens sellaron un pacto con Jorum. A pesar de saber que sus aliados no eran siempre de fiar, decidió enviar a uno de sus estandartes a apoyar a los skavens frente a la amenaza de los orcos.


Situación de los ejércitos durante el turno 6


Batallas:


Hambrientos de Draggak (Ogros, 2500) vs Terror de la Torre Sangrienta (No muertos, 2500) - La Atalaya


El Waagh de Crazcar (Orcos 2000 + 250 + 500) vs Los elegidos de Dragnak (1000 + 250 + 250) y Skavens (1000 + 250 + 250) - Tormenta de Magia





Final del Quinto Turno

Después de que los Orcos y los Ogros descubrieran que los skavens infestaban las galerías subterráneas bajo las montañas, tan solo fue cuestión de días que las ratas emergieran por todos los lugares y se cebarán en el rival más débil. 


El imperio de Catherine la Seductora fue conquistado sin apenas esfuerzo y sus no muertos enviados a los infiernos de los que un día emergieron. Sin embargo antes de que las ratas pudieran acabar con la capital del imperio No Muerto, la Señora de los Vampiros envío mensajes con sus más fieles murciélagos vampiro. Al poco tiempo en el norte apareció la respuestas a sus mensajes. Las huestes de Sharlotta Von Carstein, la maestra de Catherine se asentaron en las Tierras yermas con la intención de vengar la memoria de sus discípula. 


En el corazón del imperio Orco, los ogros fueron rechazados aunque sin ser expulsados de los dominios pielverde.


Mientras todos los reinos aprovecharon la calma del verano para expandir sus imperios. Los skavens unieron los territorios divididos del antiguo imperio No Muerto. Los Guerreros de Tzeentch se anexionaron territorios que les acercaban a los dominios de los orcos. y ogros conquistaron los territorios del norte para reforzar su imperio frente a la nueva amenaza de los no muertos de Sharlotta.


Quedaba poco para que terminara el verano, y todos los señores de las Tierras Yermas estaban dispuestos a aprovechar para afianzar sus posiciones. 

Territorios al final del quinto turno

sábado, 26 de mayo de 2012

Imperio Skaven




Señor del Imperio

  • Atagoyin (Señor de las Alimañas)     


Héroes de Leyenda
  • Viralicus el Gris (Vidente Gris)  Skalm / Pergamino de energía
  • Carbunco Garras Cortas (Señor de la Guerra)  Espada supurante / Yelmo de Dragón / Poción de fuerza / Talismán de Resistencia
  • Ladico portador de Picores (Sacerdore de Plaga)

sábado, 12 de mayo de 2012

Las sombras se disipan

Cuando Sggluk y sus ogros se adentraron en las minas, el silencio inundaba los corredores excavados en la roca. Tanta quietud ponía nerviosos a los rinobueyes. Al final de uno de los túneles más amplios se vislumbraba un resplandor mortecino.

Cuando llegaron al final del corredor una gran cámara se abrió ante las huestes de los Hambrientos.

Las asquerosas ratas habían dispuesto su ejército creando un círculo defensivo en el centro de la gruta. Al otro lado de la misma, otro corredor oscuro devolvía ecos de pasos y entrechocar de armas.

Pronto la gran cueva se lleno de gritos y gruñidos. Los ogros clamaban sangre. Los orcos vociferaban en su repugnante lengua. Y los skavens chillaban de manera ensordecedora.

Sggluk no estaba dispuesto a aguardar más y lanzó a sus tropas hacia las defensas skaven.

Al fondo de la gruta la masa de pieles verdes comenzaban a aparecer por el túnel. Dos gigantescas arañas y un gigante destacaban entre las huestes de los orcos.

Los ogros avanzaron y justo cuando estaban a punto de descargar una andanada de plomo sobre las ratas. El portaestandarte del ejército skaven levantó su bandera. Un viento extraño y mágico comenzó a entrar por los túneles y a arremolinarse en la cueva. Los sueltafuegos y los escupehierros no acertaron con sus disparos, que eran desviados por el vendaval.

El ejército orco tomó posiciones y aguardó a los skavens mientras que Tiki-wiki lanzaba un hechizo que hizo que la abominación se revolviera entre picores. Los garrapatos espachurradores fueron liberados y se estrellaron contra las filas del ejército de ratas.

Los skavens dispararon su arsenal sin causar grandes bajas. En el extremo de la cueva que estaba al otro lado del abismo que partía la cueva en dos, aparecieron un grupo de acechantes a través de un túnel excavado con un extraño artilugio.

Los ogros decidieron abalanzarse sobre los esclavos skaven con la intención de abrir el camino hacia el centro de la defensa de las ratas. Pero los pesados cañones de los sueltafuegos les impidieron llegar a la refriega. Así que el escupehierros y uno de los dientes de sable se vieron envueltos por la horda de ratas menores. El otro cañón de los ogros disparó contra la Campana Gritona que portaba al vidente gris que lideraba a las ratas. Sin embargo, tan solo consiguió que su tañido hiciera avanzar a los guerreros del clan que la portaban.

Los orcos decidieron avanzar su línea de batalla, con la única intención de arrojar a sus fanáticos sobre la defensa skaven. Multitud de ratas fueron descuartizadas entre los dientes de los gigantescos garrapatos y las cadenas de los goblins desquiciados por el jugo de setas sombreroloco.

Los skavens tuvieron que aguantar la línea frente a los orcos al verse rodeados de fanáticos que giraban sin control. En el otro frente, los guerreros del clan empujaron a su líder y a su artilugio de la rata cornuda hasta estrellarse con la unidad de Sggluk y su lugarteniente. La encarnizada refriega se llevó ogros y ratas por doquier pero si que ningún bando refrenara su ímpetu. Los esclavos caían continuamente mientras que sus atacantes se mantenían en pie entre montones de cadáveres de ratas.

Los orcos decidieron lanzar una nueva ofensiva mandando cargar a los goblins nocturnos contra los monjes de plaga que defendían el puente que cruzaba el abismo. El resto de las huestes decidió frenar su avance para no quedar aplastado por los garrapatos y fanáticos.

Los monjes putrefactos y en descomposición recibieron demasiadas bajas y, viéndose amenazados por múltiples enemigos, decidieron huir para ser descuartizados justo en el momento que una unidad de reserva de las ratas aparecía tras los goblins nocturnos.

Mientras los esclavos eran finalmente aniquilados y sus supervivientes salían despavoridos atacando a sus propios compañeros.

Las tropas del videntes eran rodeadas por los ogros y diezmadas. Pero pronto una araña gigante se unió a la refriega para saciar su hambre.

Los jinetes de dientes martirio confiaron demasiado en sus grandes armas a dos manos y, tras cargar con la otra araña, fueron paralizados y enrollados en una carcasa pegajosa para ser devorados en otros momentos más tranquilos.

Los garrapatos se dirigieron hacia los ogros y diezmaron sus filas tanto como les fue posible, aprovechando para caer sobre los monjes de plaga que huían de la masacre. No obstante, acabaron feneciendo en su locura destructiva al ahogarse con sus propias cadenas.

La abominación fue cargada por los arqueros goblins y la vagoneta de ataque. A pesar de su gran resistencia a las heridas, los arietes puntiagudos del artefacto snotling destriparon a la bestia.

El gigante pisoteó una y otra vez sobre las alimañas que escoltaban al portaestandarte. Diezmando a la unidad que no consiguió causar daños mortales a la bestia.

La masacre había dejado a los skavens destrozados. El vidente, amenazado por la gran araña que se abría paso entre los ogros, decidió aprovechar la bomba de humo de piedrabruja que había comprado al clan Eshin. Entre la confusión y amparado por la furia de su rata ogro
escapó junto a los restos de su ejército por el túnel de los acechantes.

Los ogros, viendo que las líneas de los orcos se recomponían para acabar el trabajo eliminándolos, dieron media vuelta y se escabulleron por el corredor por el que habían entrado.

La venganza por la muerte de Troggol
no había podido consumarse. Y, además, algo decía a Sggluk que se habían granjeado el odio de un nuevo enemigo.

viernes, 11 de mayo de 2012

Sombras en la penumbra

Los ogros habían atravesado los puestos de vigías que los orcos tenían dispuestos en las estribaciones montañosas cercanas a la gran mina enana. Los reducidos grupos de goblins no habían podido resistir durante mucho tiempo las andanadas de los escupehierros. Sin embargo a Sglukk, el maestro carnicero que lideraba ahora la hueste de Troggol, esto le daba mala espina.


Estaba completamente seguro. Los espías de los pielesverde les habían estado vigilando desde hace días. ¿Por qué no les habían atacado ya? Quizás tenían intención de tenderles una emboscada en las minas medio derruidas de la fortaleza. 


Algo alteró a Hueso y Tendón, los dientes de sable, que olisqueaban por los roquedales como locos. Entonces se quedaron inmóviles tras una gran roca... Kruaggk, el acólito de Sgglukk, se acercó y descubrió el origen de tanta alteración. 


-¡Maetro, hombre-ratas!.


Eso lo explicaba todo, esas escurridizas alimañas habrían salido de las entrañas de la tierra y eso era lo que debía tener entretenidos a los actuales dueños de la fortaleza. 


-Quizás eso nos dé una ventaja - meditó brevemente Sglukk - Entraremos por los túneles y acabaremos con todos de una vez. 


jueves, 10 de mayo de 2012

Las profundidades están protegidas

- ¡Por la rata cornuda! ¿Qué es eso que hay junto a ese montón de rocas mi Señor?
- ¿Qué has visto asquerosa alimaña?
- Me parecio ver un asqueroso piel verde, pero ahora se ha esfumado... Malditos adoradores de Gorko.
- Rápido esclavos mirar que hay allí.
......
- Mi Señor debió de ser un reflejo de este fragmento de roca sagrada que nos envío la mismísima Rata Cornuda.

jueves, 5 de abril de 2012

Quinto turno

Tras la derrota de los ejércitos del Caos a manos de Broggol y de la defensa de los pielesverdes ante el ataque de las hordas no muertas, el ejército de Dragnak se dispersó camino de su territorio para recomponerse en el próximo turno. 




La Fortaleza de Frozzik cambió bruscamente su rumbo, arrastrada por los vientos estivales, y se dirigió hacia el imperio de Grazo y desatando terribles vientos mágicos en los límites de su territorio.

Los emisarios de Jorum devolvieron a Ossgluk a su tribu con un cofre de reliquias a cambio de Villar. Fueron recibidos por Draggak, el maestro carnicero. Este aprovechando la ausencia del déspota decidió poner en su contra a los adoradores del caos. Aceptó al prisionero y aduló a los emisarios para cerrar un acuerdo para enfrentarse a los orcos para recuperar Cuerno Ensangrentado a cambio de las reliquias que les habían ofrecido por Villar.En ese preciso momento Broggol entró en la tienda enfurecido por la presencia de los rastreros seguidores de Tzeentch descuartizó a uno de ellos sin dudarlo y envió al otro con su señor para que le trasmitiera lo sucedido. 

Broggol envió a Dragnak lejos del asentamiento principal de la tribu de los Hambriento para que expandiera el imperio por el norte y para que se llevara consigo sus insidias y sus maquinaciones. 

Los ejércitos no muertos expandieron todo lo posible su territorio, corrompiendo túmulos y buscando la manera de reahacer el maltrecho dominio de Catherine la Seductora. Pero los sellos de pureza de los sacerdotes de Mors surtieron efecto en las tierras al sur de las montañas del Cuerno Ensangrentado y las hordas no muertas se deshicieron perdiendo una de las fronteras frente al imperio pielverde. 

Mientras, los orcos recuperaron la fortaleza que defendía el paso de las Marismas de la Locura y volvieron a sentarse en las profundidades del Cuerno Ensangrentado. Pronto Tiki Wiki, envalentonado por sus victoria contra Lucius el Inmortal, envió a sus espías, que le avisaron de la presencia de una gran horda ogra camino de la antigua mina enana. Era hora de acabar con esos tripas gordas de una vez por todas.

Catherine envío a sus nigromantes lejos de los ejércitos enemigos con la intención de recuperarse. Y los seguidores de Jorum reforzaron las fronteras de su imperio. Ante la amenaza de los guerreros del caos, Broggol levantó su campamento y se dirigió hacia el sur para proteger su imperio. 





Próxima batalla:

Ejército de Tiki Wiki (Orcos) - 2650 puntos contra Cazadores de Troggol (Ogros) - 2550 puntos. 




¡Ese matón e nuetro!

Dirigidos por el mismísimo Broggol Buscafauces, la hueste de los vendidos de Osggluk se había adentrado en el territorio de Grazo con la intención de devolverle la afrenta a los adoradores del Caos y si se presentaba la ocasión apoderarse de todo el botín y el territorio que pudiera.

Había llegado la hora de demostrar a todos esos minúsculos enemigos el poder de un verdadero Buscafauces. El gran dios dentudo de los ogros pondría en su lugar a todos los enemigos que osaran enfrentarse a Broggol.

Cuando llegaron a las fronteras del territorio pielverde, los Buscamundos partieron como avanzadilla para explorar el terreno. No tardaron en regresar con noticias de una hueste del caos que se dirigía a Cuerno Ensangrentado.

Broggol decidió que era hora de zanjar el asunto de la captura de Osggluk por la fuerza. Aplastaría a esos viles adoradores de Tzeentch de una vez por todas.

La horda de ogros atravesó las estribaciones de las montañas y en un pequeño valle dominado por unas ruinas de un antiguo templo Khainita divisó al ejército del caos desplegándose.

Una gran horda de caballería comandada por un corpulento paladín montado en un oso descomunal y antinatural tomaba el flanco del campo de batalla. Los malditos templetes jalonaban las unidades de guerreros del caos que se disponían en el centro de la línea de batalla. Y un abominable engendro mecánico de los enanos del caos dominaba el otro flanco detrás de un bosque de abetos. Un escalofrío recorrió la barriga del ogro al divisar el impío estandarte del ejército. Una maraña de harapos y restos de enemigos que intranquilizó al déspota al instante.

Era hora de lanzarse a la carga. Sin embargo aquella imagen aberrante del estandarte distrajo a los ogros que apenas adelantaron su línea de batalla. Sin embargo Lasggluk, el joven matón y líder de los Babosos, adelantó a su unidad a través del bosque para ganar el flanco. Las bestias gélidas de los ogros lanzaron su gélido aliento, pero el calor del verano disipó sus efectos. Los Buscamundos descargaron sus grandes pistolas y apenas arañaron la armadura cargada de energía mágica del portaestandarte del ejército caótico.

Entonces los jinetes enemigos espolearon a sus monturas y se dirigieron contra la mole del colmillos de trueno que estaba frente a ellos. La bestia exhaló su frío y entumeció a los jinetes. Pero la inhumana velocidad del Señor del Caos, le permitió asestar un gran golpe a la criatura. La bestia y sus jinetes trataron de defenderse acabando con algún caballero. Estos devolvieron los ataques y la bestia trastabilló de dolor. A punto estuvo de derrumbarse, pero el rugido de Broggol la hizo mantenerse firme.

El resto de la línea del caos se adelantó y el cañón infernal lanzó su carga demoníaca sin causar estragos en las líneas de los ogros. Los templetes invocaron las energías de los dioses oscuros y las unidades de guerreros recibieron sus bendiciones. Una de ls unidades empezó a brillar con un fulgor demoníaco que con solo mirarlo infundía un pavor sobrenatural.

La reacción de Broggol no se hizo esperar. Lanzó a los Tripasférrea contra el flanco de los caballeros mientras que los Buscamundos atacaron. Los cabaqlleros fueron diezmados por la élite de las tropas ogras mientras que el desafiaba al propio Dragnak. Los seguidores del caos supervivientes huyeron para slvar su vida pero fueron arrasados por la furia de los ogros, chocando contra las filas de los guerreros del caos sin poder refrenar su ira.  Sin embargo la gran bestia de hielo murió durante el combate sin que sus jinetes pudieran evitarlo. 

Mientras las fuerzas de los ogros cargaron contra el resto del ejército del caos. Los guerreros del caos fueron diezmados por los ogros y la otra bestia de largos colmillos, a pesar de que los ogros sentían un miedo aterrador a las llamas blanquizules que salían de sus armaduras sin consumirles. 

Los supervivientes del caos contratacaron. Los templetes cargaron con toda su furia a los Trotamundos y a Sbablog el Baboso, el gigante sometido de la tribu. Los guerreros despedazaron a varios Tripasferreas, haciendo huir a la unidad escolata de Broggol sin que este pudiera evitarlo. El gran cañón del caos se lanzó contra los Babosos.

Los restos de la hueste del caos presentaron una feroz batalla, incluso estando en clara minoría. Pero fueron diezmados poco a poco. La gran bestia de hielo acabó con el hechicero de Tzeentch, el gigante y los comehombres destruyeron los ídolos del caos. Y el cañón fue finalmente silenciado por los Babosos de Uggluk. 

Para cuando el déspota logró reagrupar a los tripasduras, la única unidad de guerreros en pie estaba siendo aniquilada con gran ferocidad por los ogros. En ese momento Broggol se adelantó y, antes de que Börak el panzafuegos inmolara al portaestandarte del caos, agarró al corrompido humano del cuello y le dijo:

- Regresa a tu guaria y di a tu señó que ¡Ese matón e nuetro!.

miércoles, 4 de abril de 2012

Cuarto turno de campaña

El verano había llegado. Todos los ejércitos se habían retirado a sus reinos para reabastacerse y reagruparse. Sin embargo el verano no iba a ser una estación tranquila. Los Vampiros estaban dispuestos a rehacer sus fronteros y los orcos no querían quedarse rezagados después de que el Caos se hubiera apoderado de una gran cantidad de reliquias. 


Para comenzar la expedición de Osggluk se enfrentó contra la retaguardia del ejército del caos que se retiraba desde Monte Ensangrentado que era dirigido por el paladín del Caos Villard. El enfrentamiento fue breve pero sangriento. Osggluk cumplió su cometido y capturó a Vilard pero antes de poder escapar fue apresado por el traicionero hechizo de uno de los adoradores de Tzeentch. No obstante indicó a los ogros que corrieran con el Paladín hasta Villard. 


Catherine aprovechó las recientes masacres acaecidas en su reino para levantar un nuevo ejército de no muertos y conseguir así recomponer su reino, partido en dos por las montañas que rodeaban el Cuerno ensangrentado. 


Grazo se recuperó de sus heridas, aunque con algunas secuelas, y pagó un alto rescate a los emisarios de Jorum por su lugarteniente cautivo. Tras escuchar los relatos del poderío mágico de los magos del Caos, Zululu, que no había superado la derrota a manos de los guerreros de Tzeentch en la puerta de la mina enana, insistía continuamente a Grazo la necesidad de un pacto con los grandes señores de Tzeentch. Grazo se negó a escucharle y, obsesionado por los tesoros que enterraron en los subterráneos del monte Cuerno Ensangrentado, decidió dirigirse de nuevo hacia allí para tomar la antigua fortaleza enana.




Por su parte los ogros de Broggol se encaminaron hacia el imperio orco y en su incursión a las tierras pielverde
se encontraron con las hordas del caos que pretendían debilitar a su más directo rival: los orcos de Grazo. Ambos contendientes no tuvieron otro remedio que enfrentarse por la afrenta reciente de la captura de los lugartenientes de ambos ejércitos. 

Disposición de los ejércitos antes de los enfrentamientos del turno 4

La muerte de Troggol

Los pocos supervivientes de los ogros que habían partido hacia el monte Cuerno Ensangrentado llegaron hasta el asentamiento de la tribu de los Hambrientos con una noticia que nadie quería dar. Todos sabían que la muerte de Troggol enfurecería a Broggol tanto que el portador de la nueva sería el que sufriría las consecuencias.

Por supuesto Draggak no estaba dispuesto a hacerlo y obligó "amablemente" a Osggluk a informar al déspota. 

Osggluk se aproximó a la gran tienda llena de trofeos, cráneos de grandes bestias, escudos y armaduras abolladas y sobre todo el hedor de la sangre de un banquete reciente. Eso tranquilizó al matón pues al menos no sería engullido por el hambriento Broggol. Cuando retiro las pieles que tapaban la puerta y la penumbra quedó iluminada por los rayos del sel del principio del verano, Uggluk no tuvo que pronunciar ninguna palabra. Su rostro mostraba las malas nuevas por sí solo. 

Broggol se levantó rápidamente de su trono de huesos de de cuernos pétreos y se dirigió como una exhalación hasta donde estaba el lugarteniente. Descargó un golpe contra él y este trastabilló esperando que fuera su única represalia. 

Broggol gritó de rabia y pronto se dirigió de nuevo hacia Osggluk que esperaba encontrarse de nuevo con el puño del Déspota. Sin embargo con su potente voz tan solo pronunció una sentencia:

-"Eso adodadore de los demonios pagarán no aber protegido a Troggol"

Osggluk y una pequeña partida de guerra fueron enviados a dar un escarmiento a los restos del ejército del caos que se retiraban hacia su reino Uggluk tenía órdenes de capturar a unos de sus líderes y llevarlo a la presencia de Broggol para darle un escarmiento delante de la tribu.

En realidad, su intención no era tanto vengar a su hermano como demostrar a toda la tribu que seguía siendo el líder. Sabía que Draggak trataría de aprovechar la muerte de su hermano para quitarle el mando. Quizás una demostración de fuerza como esa sería suficiente para que las demás tripas no se pusieran de su lado. Y los guerreros del caos eran los enemigos más cercanos para elegir. 
  

La batalla por Cuerno Ensangrentado

El silencio de la noche empezaba a romperse con el griterío de las mesnadas pielverde que se colocaban en las almenas dirigidas por los mamporros de los orcos negros.

Los asaltantes iban recomponiendo sus filas y aproximando las máquinas de asedio terminadas durante la noche. Las tropas del Caos se colocaron frente a la puerta apoyadas por algunas huestes de ogros y por el gigantesco Colmillos trueno. Junto a ellos dispuestas a tomar la otra torre frontal estaban los tumularios no muertos y Troggol con su jauría de dientes de sable.

El tiempo de asedio y la falta de provisiones habían pasado factura a las tropas Orcas y sus unidades estaban diezmadas. Los encantamientos lanzados por el nigromante de los Vampiros consiguieron que sus espíritus se levantaran para atacar a sus antiguos compañeros desde el interior de la fortaleza. 

De repente el fuego defensivo barrió el campo de batalla destrozando la torre de asedio y golpeando la línea de defensa enemiga. Aún así las tropas se mantuvieron firmes y dispuestas a tomar la fortaleza. 

El ataque de los asaltantes fue feroz y pronto lograron tomar la puerta del Cuerno Ensangrentado gracias a los grandes garrotes ogros y los refuerzos de los colmillos de la gran Bestia ogra, que habían debilitado las defensas orcas. A pesar de ello las huestes del caos habían quedado destrozadas a causa de la férrea defensa de Grazo y del chamán Zululu acompañados de su escolta de orcos salvajes. 

Al otro lado de la fortaleza los tumularios asaltaron una torre del castillo después de que los necrófagos trataran de hacerlo y fueran masacrados. A pesar de que los poderes de ultratumba levantaban continuamente a los no muertos caídos, la unidad no logró tomar la torre y el Vampiro que lideraba la unidad pereció en el intento.

En los muros adyacentes la hueste espectral, los horrores de la tumba y Troggol y sus dientes de sable se estrellaron una y otra vez contra el muro de rebanadoras que defendía la posición. Troggol pereció en el asalto junto a sus criaturas felinas.

Pronto el asedio se convirtió en un combate de desgaste que no parecía inclinar la balanza en ninguna dirección. Los asaltantes se quedaron sin la fuerza suficiente para tomar la fortaleza, pero enviaron emisarios a reclamar refuerzos. Los defensores no podrían soportar otro asalto pero quizás los refuerzos, si es que llegaban, podrían inclinar la balanza.

La encarnizada batalla se alargaba sin llegar a ningún final y fue entonces cuando los líderes de los ejércitos decidieron llegar a una tregua y permitir la salida a los orcos a cambio de algunas de las riquezas que los orcos ya habían recuperado. No obstante desconfiando de los defensores, los pielesverdes decidieron provocar el derrumbe de las secciones interiores de la mina, enterrando las cámaras de tesoros de los enanos.


Final de la estación de primavera.

La primavera llegaba a su fin. Los ejércitos habían luchado por mantener y afianzar sus posiciones en las Tierras Yermas. Los últimos enfrentamientos habían llevado a las puntas de lanza de las cuatro expediciones hasta el centro del territorio de la malvada Catherine. Todos estaban dispuestos a tomar la antigua mina enana del Monte Cuerno Ensangrentado. 

La estación había sido dura para los no muertos, demasiada luz y vida para ellos. Dorel había sido herido en la última batalla y permanecía aletargado en la tenebrosa ciudadela de los vampiros. No obstante habían logrado levantar una nueva hueste para defender en batalla su territorio. 

Mientras los no muertos recomponían sus fuerzas después de la incursión de los Cazadores de Troggol, los orcos aprovechaban la ocasión para hacer una incursión a gran escala y apoderarse del Cuerno Ensangrentado. 

Sin que los enviados de Jorum pudieran hacer nada, los orcos tomaron posiciones defensivas dentro de la fortaleza enana dispuestos a apoderarse de todas sus riquezas como ya hicieran los pielesverdes antaño.

Los otros tres ejércitos decidieron hacer un pacto tácito para enfrentarse a los orcos y el asedio dio comienzo. 

En cuanto a los territorios, la estación había acabado con los ogros sin expandirse pero manteniendo sus posiciones intactas. Los Orcos habían decidió acabar con el imperio de los No Muertos y estaban a punto de conseguirlo. Pero ese waagh de conquista había dejado una brecha en sus fronteras que no habían tardado en aprovechar los Hombres de Tzeentch.


Territorios al finalizar la primavera


domingo, 12 de febrero de 2012

Muerte sobre muerte

Los dos ejércitos se encontraban frente a frente. El silencio de las huestes no muertas, apenas alterado por algún quejido fantasmagórico, contrastaba con la algarabía frenética de los ogros. Inalterables, parecían disfrutar con el hecho de enfrentarse a un ejército que les superaba. Pronto, Droggok soltó a los dientes de sable que estaban ansiosos por llegar hasta el enemigo. Las hordas otras comenzaron a avanzar por el estrecho paso de montaña. El desfiladero era un cuello de botella que impedía al ejército vampírico desplegarse sin dificultad. Los caballeros de la Torre Sangrienta iniciaron su avance seguidos por unos espectros montados en corceles esqueléticos y envueltos en llamas. En su carga lograron espantar a alguno de los "gatitos" de Droggok, pero no alcanzaron las filas de los ogros. Droggok vio aproximarse sobrevolando el bosque que estaba al oeste a un horrendo Varghulf y huyó hasta la atalaya cercana para guarecerse tras sus barricadas.

Entonces los ogros comandados por el Panzafuegos de la tribu se lanzaron contra los vampiros a caballo apoyados por los jinetes de dientes martirio. Tan brutal fue su arremetida que, tras disiparse el polvo, los pálidos cuerpos de los caballeros yacían desmembrados. El ímpetu y la rabia de los ogros les llevó a cargar de nuevo sobre los guerreros esqueletos que defendían el flanco oeste.

Los veteranos comehombres decidieron jugar con sus grandes trabucos de pólvora y abrieron fuego sobre el portaestandarte del ejército. Los proyectiles atravesaron las filas no muertas y destrozaron el cuerpo y el pendón de batalla en una sola descarga.

Desde su carro lleno de cadáveres inquietos, el nigromante que había alzado las huestes para defender el paso decidió lanzar una ofensiva total contra sus enemigos.

Entonces la hueste de jinetes espectrales atravesó las líneas ogras arrancando el alma de un comehombres. Mientras, el
Varghulf voló directamente contra la bestia gélida de largos colmillos que protegía la retaguardia del ejército ogro. Sin recibir ningún contraataque las garras y dientes del degenerado vampiro atravesaron la gruesa piel del monstruo que, a pesar de todo, se mantuvo firme.

La guardia de los túmulos que rodeaba al poderoso Rey Tumulario avanzó tambaleándose hacia los comehombres hasta entablar combate. Y a pesar de las numerosas bajas, ningún bando acabó definitivamente con el otro.

Los zombis se adelantaron para apoyar a los esqueletos y el
nigromante hizo que los muertos se alzaran del suelo para completar las filas de su ejército mientras que una oscura energía imbuía a las huestes no muertas de una velocidad sobrenatural.

A pesar de ello los ogros no trastabillaron y destrozaron las filas no muertas una vez más. Ya nada les separaba del hechicero.

Sin embargo, de entre los matorrales y las piedras comenzaron a aparecer numerosos y repugnantes necrófagos dispuestos a apoyar a su líder.

En retaguardia, el Varghulf asestó un tremendo zarpazo que destripó al colmillos de trueno y después se deleito con la sangre de los jinetes ogros que lo dirigían. Las filas ogras de retaguardia se reorganizaron para resistir el ataque de la bestia alada. Y entonces el maestro carnicero que acompañaba a Droggok trato de invocar todo el poder las Grandes Fauces. El suelo tembló y una gran boca apareció justo debajo del hechicero. Fue engullido entre sus gritos y las alabanzas de sus compañeros a su poderoso dios.

En el frente, los ogros continuaban avanzando y entre los dientes martirio y los ogros de vanguardia acabaron con los necrófagos y mataron al poderoso hechicero necrófilo. Entonces un estallido de energía surgió por todo el campo de batalla y las huestes de los no muertos comenzaron a desmoronarse y convertirse de nuevo en polvo y huesos.

Droggok reorganizó la retaguardia y comenzaron a rodear a los muertos restantes. No obstante, haciendo gala de su falta de sentimientos y miedos, presentaron una férrea resistencia hasta que todos quedaron reducidos a restos inanimados desperdigados por el campo de batalla.

Aunque a un alto precio, la partida de caza de Droggok había logrado abrir una brecha en las defensas vampíricas y había llevado a la tribu de Los Hambrientos hasta el corazón del imperio no muerto.

sábado, 4 de febrero de 2012

Ansiadas noticias


En la penumbra de la gran sala desnuda vestida por tan solo algunos desilachados tapices que refrejaban la grandeza del Dios Hechicero, Jorum agitaba violentamente su copa derramando el oscuro brebaje sobre su roída túnica. Mirando fijamente la tosca representaciòn de su idolatrado Tzeentch que se elevaba varios metros en el centro de la estancia. Murmurando susurros ahogados por el incesantes golpes de su diestra contra el duro reposa brazos de roca labrada.
- Mi lord.- se escucho a través de la gran puerta de acero de la sala.- Un jinete trajo noticias de Bör-Forak...-concluyo después de un leve silencio.
-Adelante bárbaro,-Jorum calmo la voz para no parecer impaciente.
La gran puerta chirrió mientras un tosco joven apareció al otro lado,corriendo a los pies del hechicero, apoyo una rodilla en el suelo y levanto sendos  brazos ofreciendo su carga a su señor, teniendo el máximo cuidado de que su mirada no se cruzara con los de Jorum. El hechicero arranco la carta de las manos de su subordinado con un rápido movimiento.
.-¡Fuera!.- rugió Jorum...
 El bárbaro dio tres pasos hacia atrás giro sobre sus tobillos y comenzó a correr hacia el exterior de la habitación.
 Jorum abrió la carta y comenzo a leer atentamente.
.-¡Nooooo..!.- grito mientras estrujaba la carta en su mano mientras un escalofrío recorría su medula espinal que hizo tembrar su cuerpo
.-Draknar ha fallado, Jorum, el Gran Hechicero se impacienta...- Jorum noto las frías garras del demonio Aszur en su hombro.
-Demonio cuantas veces he de decirte que no hagas eso.- dijo Jorum intentando que su voz no se quebrara, mientras se llevaba una mano al pecho.- Draknar no ha huido, se retiro a una mejor posición, parece que los refuerzos aparecieron antes de lo esperado. Se dirige a un paso cercano allí espera al ejercito de esos asquerosos pielesverdes- prosiguió.
Aszur caminaba lentamente delante de Jorum, dejando entrever una leve sonrisa provocando una horrenda mueca en su cara tan solo iluminada por las pequeñas luces tintineantes que emanaban de las velas repartidas por toda la estancia.
-A si, con que tienes todo bien atado quizá tengáis razón y seáis mas inteligente que yo, explica me entonces que gran movimiento se esconde tras la retirada, no, la estampida del ejercito de Vilar`d por favor iluminame os lo suplico.-concluyo el demonio con irónico tono.
Jorum lanzo la copa contra la pared, poniéndose violentamente de pie, provocando así que se le cayera hacia atrás su capucha dejando a la vista el antinatural ojo que afloraba en su frente.-como te atre....-jorum paro para calmar su ira.-ese error sera subsanado por mi propio puño, enseñare a esos ogros quien es el verdadero dios, si ellos no se someten por su propia voluntad lo harán implorando misericordia arrastrando sus sucios cuerpos para besar mis botas.- escupió Jorum
- bien pero mientras Vilar´d se reorganiza en su oscuro escondrijo, Nurgle Señor de la Plaga pondrá a tu disposición un ejercito, que sepas que eso a tenido un alto coste para nuestro señor.
-Eso no sera necesario,- grito jorum
De pronto Aszur estaba frente a frente a Jorum con una garra apretando su cuello...
-Todavía no lo entiendes, humano, esas y otras cosas son necesarias debido a tu ineptitud. tu eres tan solo un trozo de carne que esta a mi merced de una u otra forma me servirás si no es como comandante sera como alimento ¿omprendido?.-
Jorum asintió con la cabeza mientras los intensos ojos rojos de Aszur tornaban negros..... 

jueves, 2 de febrero de 2012

¡Direto al corazón!

Cuando Broggol supo que los no muertos se habían aliado con los guerreros del Caos montó en cólera. 

-¡Qiero a eso vampiros colgado! Mandaremo una espedició direta a sus dominio. Será como clavales una estaca. ¡Direto al corazón!

Droggol se ofreció voluntario para comandar la hueste incursora. Preparó a sus tropas y partió sin demora. Apenas encontraron resistencia. Según le habían informado sus tramperos gnoblar el imperio de Catherine estaba siendo atacado por los Orcos mientras los ogros se dirigían hacia allí. 

Los ogros se adentraron en el imperio no muerto por el Paso de los Túmulos. Droggol sabía que no era el mejor lugar. Pero suponía que no les esperarían por allí. Sin embargo estaba equivocado. Los emisarios de Jorum habían partido hacia la capital vampira en cuanto supieron de la expedición de la tribu de los Hambrientos. Los vampiros estaban prevenidos y esperaban el ataque de Droggol. 

Habían levantado una poderosa horda para proteger su imperio. Superaban en número considerablemente al ejército ogro. Pero estos no se asustaron. Más huesos que pulverizar y más carne putrefacta que triturar.

El cielo se cubrió de una negrura espeluznante mientras que las pesadas pisadas de los ogros hacían retumbar el desfiladero. Una cosa estaba clara... Hoy la tierra de los túmulos estaría repleta de nuevos moradores caídos en batalla.




miércoles, 1 de febrero de 2012

Implosión de energía

De nuevo las hordas de Dragnak se disponían a enfrentarse a la hueste de Seis Ojos el Tullido. Esta vez Tiki Wiki había llamado a su gran Aracnarok para enfrentarse al Paladín de Tzeentch. El chamán Goblin había pedido ayuda a otros dos chamanes piel verde con la intención de volver los vientos de la magia contra los ejércitos del caos. 

La crepitante energía que se arremolinaba en el campo de batalla, atrajo la atención de una manada de ogros dragón que esperaban bañarse en los relámpagos que atraían los hechiceros congregados en el campo de batalla. 


Pronto ambos ejércitos comenzaron su carga mientras que los proyectiles silbaban por encima de sus cabezas y el poderoso cañón de los enanos del caos rugía con fuerza. Rápidamente los ogros dragón se adelantaron a los guerreros del caos y a los templetes dedicados a sus dioses. Antes de que pudieran alcanzar las filas enemigas vieron como multitud de fanáticos goblins nocturnos se lanzaban con sus pesadas cadenas contra ellos. 


Las pesadas bolas de metal aplastaron a la mayoría de los titánicos ogros. Los pieles verdes jaleaban a sus compañeros suicidas. Mientras los orcos salvajes se lanzaron contra la hueste del caos. Una vez más las energías azules envolvieron a los seguidores de Tzeentch y lograron rechazar el ataque orco. Los orcos se desorganizaron y trataron de retroceder, pero fueron abatidos por los disciplinados guerreros. 

Entonces llegó lo inevitable. El silencio llenó el campo de batalla cuando los enanos del caos trataron de barrer al ejército orco con una espeluznante descarga demoníaca del cañón. Fue como si las cabezas de Gorko y Morko chocaran contra el cuerpo de Tzeentch. Una fuerte implosión de energía se materializó en el campo de batalla. Los vientos de la magia se arremolinaron sobre los hechiceros de ambos ejércitos. Todos salieron despedidos hacia atrás. Cuando la cegadora descarga de energía se disipó, los pieles verdes vieron tendido en el suelo a su líder. Los guerreros del caos emergieron del humo dispuestos a acabar con toda la horda. Con Dragnak a la cabeza se dirigieron hacia el poderoso Aracnarok. El Paladín de Tzeentch descargó multitud de golpes con una velocidad sobrehumana que hicieron chillar de dolor a la criatura, que ni siquiera pudo alcanzar a su oponente. Los templetes se dirigían hacia los restos del ejército orco.

De repente el pánico se apoderó de los goblins y decidieron marcharse de la batalla... Mejor correr un día que no hacerlo nunca más. 

sábado, 28 de enero de 2012

Imperio Ogro

Señor del Imperio:


Broggol Buscafauces - Déspota Ogro




Héroes de Leyenda:
  • Draggak el Hambriento - Maestro carnicero (Ejército 1)


Objeto gratis: Espada de la Muerte Rápida (25 puntos)
Inmune a la psicología
  • Troggol - Cazador  (Ejército 2) - Muerto en el asedio del Monte Cuerno Ensangrentado

  • Osggluk- Matón Ogro (Ejército 3)

Ejércitos:
  • Ejército 1: Los Hambrientos de Draggak
  • Ejército 2: Los cazadores de Troggol - 50 puntos adicionales en la próxima batalla.
  • Ejército 3: Los vendidos de Osggluk 
Regimientos de Renombre: 

Los Babosos de Uggluk - Estandarte mágico de 50 ptos - Ejército 1








Reliquias: 4


Notas: Puede obligar a repetir una tirada de heridas de personaje a un rival

Imperio de Tzeentch

Señor del Imperio:


Jorum el Portavoz de Tzeentch- Gran Hechicero del Caos

Héroes de Leyenda:
  • Dragnak - Señor del Caos (Ejército 1) - 1 a Resistencia. 
  • El que Mueve los Hilos - Hechicero del Caos (Ejército 2) Muerto
  • Vilard - Paladín del Caos(Ejército 3) - Capturado por los ogros.
50 puntos extras en un objeto mágico.

Ejércitos:
  • Ejército 1: Elegidos de Dragnak - 350 puntos más en la próxima batalla.
  • Ejército 2: Los Incondicionales de Tzeentch
  • Ejército 3: Los Inombrables 

Regimientos de Renombre: Ninguno

Reliquias: 8


Notas: Todos odio a los ogros. 

Ejercito de Élite: La próxima vez que entren en combate tendrán la opción de alinear el 75% de unidades especiales y el 50 de Singulares, para vengar la muerte de Zorg.

Imperio Orco

Señor del Imperio:


Grazo Espachurracabezas - Caudillo Orco - -1 Ataque

Héroes de Leyenda:
  • Tiki Wiki Seis Ojos, el Tullido - Chamán Goblin (Ejército 1). Objeto extra de 30 puntos.
  • Crazcar Engullegoblins - Orco (Ejército 2)
  • Zululu - Chamán orco salvaje (Ejército 3) - Miedo al Caos. Objeto extra de 30 puntos y +1 al liderazgo
Ejércitos:
  • Ejército 1: Horda piel verde de Tiki Wiki
  • Ejército 2: El Waaghh de Crazcar + 250 puntos adicionales
  • Ejército 3: Los Salvajes de Zululu +100 puntos en próxima batalla.


Regimientos de Renombre: 

Orcos salvajes (Ejército 1)

Reliquias: 6


Notas: Todos tienen odio al Caos. Objeto extra de 50 puntos

  • Crazcar Engullegoblins pierde su Yelmo de la discordia
  • Su unidad de renombre pierde una de sus habilidades.

Imperio No Muerto

 Señor del Imperio:

Sharlotta Von Carstein, Señora de los Vampiros












Héroes de Leyenda:
  •  Melkior, Maestro Nigromante - (Ejército 1)
  •  Kradran, Rey Tumulario - (Ejército 2)
  •  Bregan Garpeck, Vampiro - (Ejército 3) No tiene el poder vampírico de fascinación y sí tiene el báculo de la perdición (40 puntos) 




























Ejércitos:

  • Ejército 1: Los Condenados de Mourkain
  • Ejército 2: Los Roehuesos de Sylvania
  • Ejército 3: El Terror de la Torre Sangrienta
Regimientos de Renombre: Ninguno

Reliquias: 1

Notas:


Un objeto de 40 puntos gratis para un personaje