miércoles, 4 de abril de 2012

La muerte de Troggol

Los pocos supervivientes de los ogros que habían partido hacia el monte Cuerno Ensangrentado llegaron hasta el asentamiento de la tribu de los Hambrientos con una noticia que nadie quería dar. Todos sabían que la muerte de Troggol enfurecería a Broggol tanto que el portador de la nueva sería el que sufriría las consecuencias.

Por supuesto Draggak no estaba dispuesto a hacerlo y obligó "amablemente" a Osggluk a informar al déspota. 

Osggluk se aproximó a la gran tienda llena de trofeos, cráneos de grandes bestias, escudos y armaduras abolladas y sobre todo el hedor de la sangre de un banquete reciente. Eso tranquilizó al matón pues al menos no sería engullido por el hambriento Broggol. Cuando retiro las pieles que tapaban la puerta y la penumbra quedó iluminada por los rayos del sel del principio del verano, Uggluk no tuvo que pronunciar ninguna palabra. Su rostro mostraba las malas nuevas por sí solo. 

Broggol se levantó rápidamente de su trono de huesos de de cuernos pétreos y se dirigió como una exhalación hasta donde estaba el lugarteniente. Descargó un golpe contra él y este trastabilló esperando que fuera su única represalia. 

Broggol gritó de rabia y pronto se dirigió de nuevo hacia Osggluk que esperaba encontrarse de nuevo con el puño del Déspota. Sin embargo con su potente voz tan solo pronunció una sentencia:

-"Eso adodadore de los demonios pagarán no aber protegido a Troggol"

Osggluk y una pequeña partida de guerra fueron enviados a dar un escarmiento a los restos del ejército del caos que se retiraban hacia su reino Uggluk tenía órdenes de capturar a unos de sus líderes y llevarlo a la presencia de Broggol para darle un escarmiento delante de la tribu.

En realidad, su intención no era tanto vengar a su hermano como demostrar a toda la tribu que seguía siendo el líder. Sabía que Draggak trataría de aprovechar la muerte de su hermano para quitarle el mando. Quizás una demostración de fuerza como esa sería suficiente para que las demás tripas no se pusieran de su lado. Y los guerreros del caos eran los enemigos más cercanos para elegir. 
  

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