lunes, 18 de junio de 2012

Presas de la Locura

Ambos ejércitos estaban listos para comenzar la batalla. Shartolla comandaba las huestes de terribles no muertos acompañada de varios de sus lugartenientes buscando venganza contra la indisciplinadas hordas Skavens de Carbunco Garras Cortas. Los latigazos recibidos por parte de varios ingenieros hicieron avanzar rápidamente a sus despreciables esclavos acompañados por los flancos de dos terribles abominaciones. El resto de tropas aguantaron en la retaguardia para ver la reacción de su enemigo. Los no muertos avanzaron en bloque manteniendo una única línea, solo unas huestes espectrales y un grupo de resucitados lobos recibieron ordenes de proteger los flancos. Los flancos cayerón ante la terrible masa de carne que ofrecían las abominaciones, ante este resultado se fueron al frente un grupo de ratas ogro y monjes de la plaga para apoyar los flancos y tender una terrible trampa a Shartolla. Una de las unidades de guerreros del clan Mordkin, comenzó a deshacerse por el rápido pesar de los años que provocaron los terribles vientos de magia que les envió Melkior. Shartolla siguió avanzando quedando al alcance de las terribles intenciones del vidente gris que acompañaba a Carbunco que se puso al servicio de la Gran Cornuda para transformar en ratas la unidad de tumularios donde se encontraban Shartolla y su lugarteniente Kradran. En ese momento, se deció el destino de los muertos ya que Melkior tardó demasiado tiempo en contener la caída de sus guerreros cuyas filas quedararon muy mermadas. Melkior no se dió por vencido en ese momento y decidió aguantar el ensordecedor avance de los hombres rata que veían como poco a poco eran bendecidos por el número 13. Una de las abominaciones decidió acabar con la última gran arma que quedaba en poder de los resucitados guerreros. De un golpe maestro,acabó con el sagrario mortis que con una fuerte explosión dejó mermadas a ambas fuerzas. Melkior viendo que solo le esperaba una terrible muerte decidió sabiamente irse del campo de batalla escoltado por los pocos guerreros esqueléticos que quedaban en pie y recomponer las fuerzas para conseguir conquistar Morghein, ya que hace tiempo había notado que los vientos de magia le iban a favorecer sus intenciones.

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