jueves, 5 de abril de 2012

Quinto turno

Tras la derrota de los ejércitos del Caos a manos de Broggol y de la defensa de los pielesverdes ante el ataque de las hordas no muertas, el ejército de Dragnak se dispersó camino de su territorio para recomponerse en el próximo turno. 




La Fortaleza de Frozzik cambió bruscamente su rumbo, arrastrada por los vientos estivales, y se dirigió hacia el imperio de Grazo y desatando terribles vientos mágicos en los límites de su territorio.

Los emisarios de Jorum devolvieron a Ossgluk a su tribu con un cofre de reliquias a cambio de Villar. Fueron recibidos por Draggak, el maestro carnicero. Este aprovechando la ausencia del déspota decidió poner en su contra a los adoradores del caos. Aceptó al prisionero y aduló a los emisarios para cerrar un acuerdo para enfrentarse a los orcos para recuperar Cuerno Ensangrentado a cambio de las reliquias que les habían ofrecido por Villar.En ese preciso momento Broggol entró en la tienda enfurecido por la presencia de los rastreros seguidores de Tzeentch descuartizó a uno de ellos sin dudarlo y envió al otro con su señor para que le trasmitiera lo sucedido. 

Broggol envió a Dragnak lejos del asentamiento principal de la tribu de los Hambriento para que expandiera el imperio por el norte y para que se llevara consigo sus insidias y sus maquinaciones. 

Los ejércitos no muertos expandieron todo lo posible su territorio, corrompiendo túmulos y buscando la manera de reahacer el maltrecho dominio de Catherine la Seductora. Pero los sellos de pureza de los sacerdotes de Mors surtieron efecto en las tierras al sur de las montañas del Cuerno Ensangrentado y las hordas no muertas se deshicieron perdiendo una de las fronteras frente al imperio pielverde. 

Mientras, los orcos recuperaron la fortaleza que defendía el paso de las Marismas de la Locura y volvieron a sentarse en las profundidades del Cuerno Ensangrentado. Pronto Tiki Wiki, envalentonado por sus victoria contra Lucius el Inmortal, envió a sus espías, que le avisaron de la presencia de una gran horda ogra camino de la antigua mina enana. Era hora de acabar con esos tripas gordas de una vez por todas.

Catherine envío a sus nigromantes lejos de los ejércitos enemigos con la intención de recuperarse. Y los seguidores de Jorum reforzaron las fronteras de su imperio. Ante la amenaza de los guerreros del caos, Broggol levantó su campamento y se dirigió hacia el sur para proteger su imperio. 





Próxima batalla:

Ejército de Tiki Wiki (Orcos) - 2650 puntos contra Cazadores de Troggol (Ogros) - 2550 puntos. 




¡Ese matón e nuetro!

Dirigidos por el mismísimo Broggol Buscafauces, la hueste de los vendidos de Osggluk se había adentrado en el territorio de Grazo con la intención de devolverle la afrenta a los adoradores del Caos y si se presentaba la ocasión apoderarse de todo el botín y el territorio que pudiera.

Había llegado la hora de demostrar a todos esos minúsculos enemigos el poder de un verdadero Buscafauces. El gran dios dentudo de los ogros pondría en su lugar a todos los enemigos que osaran enfrentarse a Broggol.

Cuando llegaron a las fronteras del territorio pielverde, los Buscamundos partieron como avanzadilla para explorar el terreno. No tardaron en regresar con noticias de una hueste del caos que se dirigía a Cuerno Ensangrentado.

Broggol decidió que era hora de zanjar el asunto de la captura de Osggluk por la fuerza. Aplastaría a esos viles adoradores de Tzeentch de una vez por todas.

La horda de ogros atravesó las estribaciones de las montañas y en un pequeño valle dominado por unas ruinas de un antiguo templo Khainita divisó al ejército del caos desplegándose.

Una gran horda de caballería comandada por un corpulento paladín montado en un oso descomunal y antinatural tomaba el flanco del campo de batalla. Los malditos templetes jalonaban las unidades de guerreros del caos que se disponían en el centro de la línea de batalla. Y un abominable engendro mecánico de los enanos del caos dominaba el otro flanco detrás de un bosque de abetos. Un escalofrío recorrió la barriga del ogro al divisar el impío estandarte del ejército. Una maraña de harapos y restos de enemigos que intranquilizó al déspota al instante.

Era hora de lanzarse a la carga. Sin embargo aquella imagen aberrante del estandarte distrajo a los ogros que apenas adelantaron su línea de batalla. Sin embargo Lasggluk, el joven matón y líder de los Babosos, adelantó a su unidad a través del bosque para ganar el flanco. Las bestias gélidas de los ogros lanzaron su gélido aliento, pero el calor del verano disipó sus efectos. Los Buscamundos descargaron sus grandes pistolas y apenas arañaron la armadura cargada de energía mágica del portaestandarte del ejército caótico.

Entonces los jinetes enemigos espolearon a sus monturas y se dirigieron contra la mole del colmillos de trueno que estaba frente a ellos. La bestia exhaló su frío y entumeció a los jinetes. Pero la inhumana velocidad del Señor del Caos, le permitió asestar un gran golpe a la criatura. La bestia y sus jinetes trataron de defenderse acabando con algún caballero. Estos devolvieron los ataques y la bestia trastabilló de dolor. A punto estuvo de derrumbarse, pero el rugido de Broggol la hizo mantenerse firme.

El resto de la línea del caos se adelantó y el cañón infernal lanzó su carga demoníaca sin causar estragos en las líneas de los ogros. Los templetes invocaron las energías de los dioses oscuros y las unidades de guerreros recibieron sus bendiciones. Una de ls unidades empezó a brillar con un fulgor demoníaco que con solo mirarlo infundía un pavor sobrenatural.

La reacción de Broggol no se hizo esperar. Lanzó a los Tripasférrea contra el flanco de los caballeros mientras que los Buscamundos atacaron. Los cabaqlleros fueron diezmados por la élite de las tropas ogras mientras que el desafiaba al propio Dragnak. Los seguidores del caos supervivientes huyeron para slvar su vida pero fueron arrasados por la furia de los ogros, chocando contra las filas de los guerreros del caos sin poder refrenar su ira.  Sin embargo la gran bestia de hielo murió durante el combate sin que sus jinetes pudieran evitarlo. 

Mientras las fuerzas de los ogros cargaron contra el resto del ejército del caos. Los guerreros del caos fueron diezmados por los ogros y la otra bestia de largos colmillos, a pesar de que los ogros sentían un miedo aterrador a las llamas blanquizules que salían de sus armaduras sin consumirles. 

Los supervivientes del caos contratacaron. Los templetes cargaron con toda su furia a los Trotamundos y a Sbablog el Baboso, el gigante sometido de la tribu. Los guerreros despedazaron a varios Tripasferreas, haciendo huir a la unidad escolata de Broggol sin que este pudiera evitarlo. El gran cañón del caos se lanzó contra los Babosos.

Los restos de la hueste del caos presentaron una feroz batalla, incluso estando en clara minoría. Pero fueron diezmados poco a poco. La gran bestia de hielo acabó con el hechicero de Tzeentch, el gigante y los comehombres destruyeron los ídolos del caos. Y el cañón fue finalmente silenciado por los Babosos de Uggluk. 

Para cuando el déspota logró reagrupar a los tripasduras, la única unidad de guerreros en pie estaba siendo aniquilada con gran ferocidad por los ogros. En ese momento Broggol se adelantó y, antes de que Börak el panzafuegos inmolara al portaestandarte del caos, agarró al corrompido humano del cuello y le dijo:

- Regresa a tu guaria y di a tu señó que ¡Ese matón e nuetro!.

miércoles, 4 de abril de 2012

Cuarto turno de campaña

El verano había llegado. Todos los ejércitos se habían retirado a sus reinos para reabastacerse y reagruparse. Sin embargo el verano no iba a ser una estación tranquila. Los Vampiros estaban dispuestos a rehacer sus fronteros y los orcos no querían quedarse rezagados después de que el Caos se hubiera apoderado de una gran cantidad de reliquias. 


Para comenzar la expedición de Osggluk se enfrentó contra la retaguardia del ejército del caos que se retiraba desde Monte Ensangrentado que era dirigido por el paladín del Caos Villard. El enfrentamiento fue breve pero sangriento. Osggluk cumplió su cometido y capturó a Vilard pero antes de poder escapar fue apresado por el traicionero hechizo de uno de los adoradores de Tzeentch. No obstante indicó a los ogros que corrieran con el Paladín hasta Villard. 


Catherine aprovechó las recientes masacres acaecidas en su reino para levantar un nuevo ejército de no muertos y conseguir así recomponer su reino, partido en dos por las montañas que rodeaban el Cuerno ensangrentado. 


Grazo se recuperó de sus heridas, aunque con algunas secuelas, y pagó un alto rescate a los emisarios de Jorum por su lugarteniente cautivo. Tras escuchar los relatos del poderío mágico de los magos del Caos, Zululu, que no había superado la derrota a manos de los guerreros de Tzeentch en la puerta de la mina enana, insistía continuamente a Grazo la necesidad de un pacto con los grandes señores de Tzeentch. Grazo se negó a escucharle y, obsesionado por los tesoros que enterraron en los subterráneos del monte Cuerno Ensangrentado, decidió dirigirse de nuevo hacia allí para tomar la antigua fortaleza enana.




Por su parte los ogros de Broggol se encaminaron hacia el imperio orco y en su incursión a las tierras pielverde
se encontraron con las hordas del caos que pretendían debilitar a su más directo rival: los orcos de Grazo. Ambos contendientes no tuvieron otro remedio que enfrentarse por la afrenta reciente de la captura de los lugartenientes de ambos ejércitos. 

Disposición de los ejércitos antes de los enfrentamientos del turno 4

La muerte de Troggol

Los pocos supervivientes de los ogros que habían partido hacia el monte Cuerno Ensangrentado llegaron hasta el asentamiento de la tribu de los Hambrientos con una noticia que nadie quería dar. Todos sabían que la muerte de Troggol enfurecería a Broggol tanto que el portador de la nueva sería el que sufriría las consecuencias.

Por supuesto Draggak no estaba dispuesto a hacerlo y obligó "amablemente" a Osggluk a informar al déspota. 

Osggluk se aproximó a la gran tienda llena de trofeos, cráneos de grandes bestias, escudos y armaduras abolladas y sobre todo el hedor de la sangre de un banquete reciente. Eso tranquilizó al matón pues al menos no sería engullido por el hambriento Broggol. Cuando retiro las pieles que tapaban la puerta y la penumbra quedó iluminada por los rayos del sel del principio del verano, Uggluk no tuvo que pronunciar ninguna palabra. Su rostro mostraba las malas nuevas por sí solo. 

Broggol se levantó rápidamente de su trono de huesos de de cuernos pétreos y se dirigió como una exhalación hasta donde estaba el lugarteniente. Descargó un golpe contra él y este trastabilló esperando que fuera su única represalia. 

Broggol gritó de rabia y pronto se dirigió de nuevo hacia Osggluk que esperaba encontrarse de nuevo con el puño del Déspota. Sin embargo con su potente voz tan solo pronunció una sentencia:

-"Eso adodadore de los demonios pagarán no aber protegido a Troggol"

Osggluk y una pequeña partida de guerra fueron enviados a dar un escarmiento a los restos del ejército del caos que se retiraban hacia su reino Uggluk tenía órdenes de capturar a unos de sus líderes y llevarlo a la presencia de Broggol para darle un escarmiento delante de la tribu.

En realidad, su intención no era tanto vengar a su hermano como demostrar a toda la tribu que seguía siendo el líder. Sabía que Draggak trataría de aprovechar la muerte de su hermano para quitarle el mando. Quizás una demostración de fuerza como esa sería suficiente para que las demás tripas no se pusieran de su lado. Y los guerreros del caos eran los enemigos más cercanos para elegir. 
  

La batalla por Cuerno Ensangrentado

El silencio de la noche empezaba a romperse con el griterío de las mesnadas pielverde que se colocaban en las almenas dirigidas por los mamporros de los orcos negros.

Los asaltantes iban recomponiendo sus filas y aproximando las máquinas de asedio terminadas durante la noche. Las tropas del Caos se colocaron frente a la puerta apoyadas por algunas huestes de ogros y por el gigantesco Colmillos trueno. Junto a ellos dispuestas a tomar la otra torre frontal estaban los tumularios no muertos y Troggol con su jauría de dientes de sable.

El tiempo de asedio y la falta de provisiones habían pasado factura a las tropas Orcas y sus unidades estaban diezmadas. Los encantamientos lanzados por el nigromante de los Vampiros consiguieron que sus espíritus se levantaran para atacar a sus antiguos compañeros desde el interior de la fortaleza. 

De repente el fuego defensivo barrió el campo de batalla destrozando la torre de asedio y golpeando la línea de defensa enemiga. Aún así las tropas se mantuvieron firmes y dispuestas a tomar la fortaleza. 

El ataque de los asaltantes fue feroz y pronto lograron tomar la puerta del Cuerno Ensangrentado gracias a los grandes garrotes ogros y los refuerzos de los colmillos de la gran Bestia ogra, que habían debilitado las defensas orcas. A pesar de ello las huestes del caos habían quedado destrozadas a causa de la férrea defensa de Grazo y del chamán Zululu acompañados de su escolta de orcos salvajes. 

Al otro lado de la fortaleza los tumularios asaltaron una torre del castillo después de que los necrófagos trataran de hacerlo y fueran masacrados. A pesar de que los poderes de ultratumba levantaban continuamente a los no muertos caídos, la unidad no logró tomar la torre y el Vampiro que lideraba la unidad pereció en el intento.

En los muros adyacentes la hueste espectral, los horrores de la tumba y Troggol y sus dientes de sable se estrellaron una y otra vez contra el muro de rebanadoras que defendía la posición. Troggol pereció en el asalto junto a sus criaturas felinas.

Pronto el asedio se convirtió en un combate de desgaste que no parecía inclinar la balanza en ninguna dirección. Los asaltantes se quedaron sin la fuerza suficiente para tomar la fortaleza, pero enviaron emisarios a reclamar refuerzos. Los defensores no podrían soportar otro asalto pero quizás los refuerzos, si es que llegaban, podrían inclinar la balanza.

La encarnizada batalla se alargaba sin llegar a ningún final y fue entonces cuando los líderes de los ejércitos decidieron llegar a una tregua y permitir la salida a los orcos a cambio de algunas de las riquezas que los orcos ya habían recuperado. No obstante desconfiando de los defensores, los pielesverdes decidieron provocar el derrumbe de las secciones interiores de la mina, enterrando las cámaras de tesoros de los enanos.


Final de la estación de primavera.

La primavera llegaba a su fin. Los ejércitos habían luchado por mantener y afianzar sus posiciones en las Tierras Yermas. Los últimos enfrentamientos habían llevado a las puntas de lanza de las cuatro expediciones hasta el centro del territorio de la malvada Catherine. Todos estaban dispuestos a tomar la antigua mina enana del Monte Cuerno Ensangrentado. 

La estación había sido dura para los no muertos, demasiada luz y vida para ellos. Dorel había sido herido en la última batalla y permanecía aletargado en la tenebrosa ciudadela de los vampiros. No obstante habían logrado levantar una nueva hueste para defender en batalla su territorio. 

Mientras los no muertos recomponían sus fuerzas después de la incursión de los Cazadores de Troggol, los orcos aprovechaban la ocasión para hacer una incursión a gran escala y apoderarse del Cuerno Ensangrentado. 

Sin que los enviados de Jorum pudieran hacer nada, los orcos tomaron posiciones defensivas dentro de la fortaleza enana dispuestos a apoderarse de todas sus riquezas como ya hicieran los pielesverdes antaño.

Los otros tres ejércitos decidieron hacer un pacto tácito para enfrentarse a los orcos y el asedio dio comienzo. 

En cuanto a los territorios, la estación había acabado con los ogros sin expandirse pero manteniendo sus posiciones intactas. Los Orcos habían decidió acabar con el imperio de los No Muertos y estaban a punto de conseguirlo. Pero ese waagh de conquista había dejado una brecha en sus fronteras que no habían tardado en aprovechar los Hombres de Tzeentch.


Territorios al finalizar la primavera